Muchos seguidores del blog me han pedido un artículo con la historia de mi granado (punica granatum nana). Como no dispongo de fotografías del momento de su recolección, ni de los primeros trabajos realizados, no me animaba a hacerlo. Pero aunque no pueda mostrarles su formación completa, puedo llevarlos a una pequeña recorrida por la evolución del mismo!
Hace 6 o 7 años, aproximadamente, una alumna de mi escuela de bonsái me dijo que quería sacar una planta del frente de su casa, ya que la misma le tapaba la ventana. Me comentó que se trataba de un granado de jardín bastante grande, plantado hacía más de 18 años. No quise ilusionarme demasiado, ya que la mayoría de estos árboles suelen tener muchos troncos rectos y una amplia copa que deberemos descartar. Junto a Mario Aguilar, quien fuera mi alumno y buen amigo, me fui en busca de la planta.
Al bajar del auto, vimos un granado de mas de 2 metros de altura, y debido al espeso follaje, no se veía la cantidad de troncos. Cual fue nuestra sorpresa al ver que se trataba de un único tronco, y lo mejor, con algo de movimiento!!!
Serrucho, pala, tijeras, trabajo, más trabajo y mucha fuerza fue lo que necesitamos para "levantar" esta planta. Quitamos todo lo que seguramente no nos sería útil en el futuro y lo metimos en el auto.
Una vez en casa, tranquilo y sin apuros, decidí cual sería la línea del árbol. Solamente dejé el tronco original y una de sus ramas gruesas como nuevo ápice. Lo planté en un cajón con sustrato grueso y lo deje recuperarse dentro del invernadero.
En esta fotografía les señalo donde corté, años atrás, el tronco original.Y desde donde comencé a formar un nuevo ápice.Los primeros brotes se dejaron crecer libremente, para así permitir una rápida recuperación radicular. Un año después eliminé todas las ramas, y comenzó el proceso de seleccionar brotes y alambrar. La madera del granado es rígida y quebradiza, lo que nos obliga a alambrar mientras los brotes son aun tiernos. Hace unos 4 años, Paco, quien venía de tanto en tanto a mi casa para trabajar y así seguir aprendiendo, me ayudó a alambrar todas sus ramas, poniendo algo de orden a este futuro bonsái.
Finalizado el alambrado, modelado y poda, este es el resultado que obtuvimos.En la posición de plantado en que se lo ve en la fotografía anterior, el granado parecía caerse. Así que aproveche el momento de su primer trasplante a maceta de bonsái para corregir este defecto. Esta foto fue tomada a finales del invierno del año 2005.
Su primera brotación en maceta de bonsái (2005). Es mucho el tiempo que me lleva pinzarlo meticulosamente, seleccionando los mejores brotes y los correctamente posicionados.
Durante el verano del 2006 mi granado presentaba este aspecto.En el 2007 le cambié la maceta por una mas pequeña, preparándolo para exponerlo en el VIII encuentro de la Federación Latinoamericana y Caribeña de Bonsái - Felab Argentina 2008.
Este invierno, el del 2009, le saqué una nueva foto a mi bonsái, en donde se aprecia como va mejorando su ramificación fina. Un mes después comienza la brotación. Siempre es motivo de alegría, para mi, presenciar el despertar mis bonsái caducifolios!
Tips: Muchas veces, un tornillo colocado discretamente en la madera seca, es el mejor punto de anclaje para los tensores. El shari en la primera porción del tronco. Todavía falta trabajo de detalle.
La corteza de los viejos granados suele desprenderse en placas, dejando por algún tiempo esta diferencia de textura y color en el tronco.Tanto la flor, como el fruto, son un importante punto focal en los granados. Un detalle de los brotes. Este es el único granado de mi colección, y no llegué a descubrir porque, algunos años, sus primeras hojas salen "enruladas", como te lo señalo en la fotografía. No he visto insecto alguno, ni descubrí todavía cual es mi falla en el cultivo. Si sabes que puede ser, te ruego me lo digas! Mi granado, y yo mismo, orgullosos del camino que hemos recorrido juntos!
P.D. Quiero dedicar este artículo a Mario Aguilar, amigazo que falleció hace algunos años atrás. Mario fue primero mi alumno, pero luego mi amigo. Con él no solo recolectamos este árbol, sino muchos más. Seguro que, desde el lugar en el que ahora te encontrás, estarás sonriendo al ver este granadito!