Todos sabemos que hay bonsái de todos los tamaños, pero a muchos nos gustan los de grandes dimensiones, y a otros no.
El tamaño de un árbol no hace a su calidad, y es por eso el título de este reportaje.
A mi me gustan los bonsái de gran tamaño, pero se que algunos de mis más pequeños ejemplares son mejores bonsái que este gigante. Así y todo, no puedo dejar de sentirme orgulloso por el camino recorrido.
Todo comenzó hace unos 5 años atrás, cuando el gobierno provincial decide construir un nuevo colegio en Capilla del Monte, sobre los "cimientos" de una vieja y derruida escuela. Lo primero que colocaron fue el cartel con la propaganda política de "comienzo de obra". Prometieron que en un año se terminaba, pero como todo en este país....... Aunque da bronca, esto no es de lo que quiero hablarles.
El antiguo colegio contaba con un cerco vivo de ligustros, los cuales deberían ser retirados (junto a un aguaribay centenario). Cuando llegué al lugar, todos los arboles del cerco habían sido cortados a pocos centímetros del suelo. Lamentablemente solo pude rescatar cuatro ejemplares. De estos cuatro, solo dos tienen un buen futuro, y la historia de hoy se trata sobre uno de ellos.
Este es el ejemplar sobre el que hoy voy a contarles. Una vez en casa lo planté directamente en el suelo para que se recuperase pronto. A las pocas semanas se observaron nuevos brotes. El problema sería como disimular esos grandes cortes! (el mayor problema de todos los arboles recolectados de grandes dimensiones)
A los 2 años, y viendo su buena evolución, se trasplantó a una maceta pequeña de cultivo, en donde comenzaría la formación de su copa. Como sustrato solo usé arena gruesa, sin ningún tipo de materia orgánica en la mezcla. Un buen abono y un correcto cultivo son la base del éxito!
Una vez que el ligustro había enraizado abundantemente, comenzó el trabajo de madera seca, el que todavía hoy no ha finalizado por completo.
Aquí un detalle del trabajo en uno de sus troncos-ramas (el que esta marcado con una flecha roja en la primera fotografía). Vaya cambio, no?
Algo de poda y alambrado y el árbol fue expuesto en mi jardín.
Al tiempo mi casi-bonsái necesitaba algunos retoques. Para ayudarme con esta tarea, Sacha y Walter, alumnos y amigos, no dudaron en ensuciarse las manos.
Así se encuentra mi árbol en este momento. Vean el teléfono celular en su base, para tener una referencia de las magnificas proporciones de este material. Que nebari, no?
En esta otra foto podemos ver algo de la madera seca trabajada. Es la misma que observamos en las imagenes anteriores.
Adquirí una maceta china de gres cerámico para esta planta en Mundo Bonsai. Creo que por sus dimensiones y su forma, es correcta y adecuada para este árbol.
Con la planta detrás, nos damos una idea de como quedará el conjunto en el futuro.
Yo se que este bonsái nunca llegará a ser una obra maestra, pero partiendo de material de descarte y en muy poco tiempo, yo puedo disfrutar de una obra que transmite serenidad y paz a quien lo contempla.....
P.D. El colegio se terminó, aunque con muchas demoras. Y yo, aunque lamento la perdida de tantos árboles, tengo un bonsai con algo de la historia del pueblo en el que vivo.
ACTUALIZACION 13-10-2008
Llegó el momento de plantarlo en su nueva maceta!!!
Despues de una abundante poda de raices......
Esta es la imagen final de mi bonsái. Bonito, no?